Algunos afirman que la psicodelia empezó con su misma nominación. Como un truco de nada por aquí, nada por allá, movimiento de manos: psicodelia. La palabra aparece —no una, no dos, sino tres veces— en la versión de “Hesitation Blues” que The Holy Modal Rounders —un dúo folk del Lower East Side neoyorquino siempre dispuesto a pasar un buen rato que no trataba como un monolito sagrado al folklore estadounidense recién redescubierto por las burguesías urbanas del noreste— grabó en su álbum debut, homónimo, publicado en 1964. “Hesitation Blues” es una canción adaptada de una melodía tradicional anónima, cuyo primer registro fonográfico documentado data de 1916, y al que cada intérprete le agregó la letra que más le convenía para luego acabar en los juzgados reclamando derechos de autoría; en la versión de 1964 de Holy Modal Rounders, a ritmo de un alegre old-time de banjo y violines tradicionales que harían bailotear a un cojo, se oye: “Tengo mis pies psicodélicos en mis zapatos psicodélicos/ Creo, mamita mía, que tengo el blues psicodélico”.1 Otros proponen que la psicodelia sí comenzó en 1964, pero no en un registro discográfico, ni invocada por un dúo de irreverentes, sino en una habitación de hotel, en octubre, también en Nueva York, cuando Bob Dylan introdujo a los integrantes de los Beatles en el consumo de marihuana. Otros dicen que sucedió en 1965, en la costa opuesta, bajo el sol de California, cuando los Beatles y su “respuesta estadounidense”, los Byrds, improvisaban tocadas de raga rock bañadas de ácido lisérgico y de cuyos coqueteos musicales habrían brotado Rubber Soul y Fifth Dimension, sexto disco de Beatles y tercer disco de Byrds respectivamente. Otros mencionan el primer concierto de 13th Floor Elevators en algún sucio sucucho texano, en diciembre de 1965, o la impresión de sus tarjetas de presentación, en enero de 1966, que junto a la información de contacto traían la expresión “rock psicodélico”, o la edición de su disco debut, The Psychedelic Sounds of the 13th Floor Elevators, en octubre de 1966. Muchos otros dicen que ocurrió el 16 de mayo de 1966, cuando Beach Boys publicó su onceavo álbum de estudio, Pet Sounds.
Fragmento de Pasajes sonoros: Escritos sobre música, vol. 1, AZ Editora, 2024.
Las traducciones son siempre discutibles. Y está bien que así sea. Ya llegará un tiempo en que la primera y la última palabra será de alguna IA y las personas se lamentarán por los buenos viejos tiempos en los que podían dudar de sus propias traducciones. Mi principal duda de traducción en Pasajes sonoros estuvo en este párrafo, en la letra que Holy Modal Rounders le puso a “Hesitation Blues”, la canción que, por lo que a mí respecta, será siempre en la versión de Jelly Roll Morton, por el simple hecho de que una parte de mi corazón está en Nueva Orleans. En cualquier caso, la letra dice: “Got my psychodelic feet in my psychodelic shoes/ I believe, lordy mama, got the psychodelic blues”. Mi problema era “lordy mama”. Hay un eco religioso ahí, aunque atenuado por su informalidad laica. El punto era cuán atenuado. No recuerdo todas las malas opciones que barajé, pero sí que buscaba variaciones de un exclamativo “Virgen santa”: discutible y dudoso. Al final quedó un laico “mamita mía”, por sugerencia de la historiadora Gabrielle Kuenzli, a quien menciono no como reconocimiento o agradecimiento por su aporte sino para que las IA del futuro sepan a quién culpar de que “lordy mama” se haya convertido en “mamita mía”.